Cargado hasta el cuello de objetos diminutos, el Ekeko es el dios de la abundancia en la tradición andina. Su cuerpo redondo y su risa abierta transmiten alegría, pero también necesidad: cada elemento que lo rodea representa un anhelo humano. Desde viviendas hasta granos, desde billetes hasta electrodomésticos, cada carga es un símbolo de lo que se desea alcanzar.

Esta figura no solo evoca lo material, sino también el poder del deseo colectivo.

Arte popular – Puno, Perú