Mirador de Yanahuara

En el tradicional barrio de Yanahuara, recorreremos sus calles empedradas y plazas serenas, hasta llegar a los famosos arcos de sillar del siglo XIX. Desde este punto privilegiado podrá disfrutar de una vista imponente de la ciudad custodiada por sus tres volcanes tutelares: Misti, Chachani y Pichu Pichu.

Este mirador no solo ofrece una postal inolvidable, sino también una introducción a la identidad arequipeña, forjada entre piedra volcánica y tradición mestiza.

Mirador de Carmen Alto

A continuación, nos dirigiremos hacia el Mirador de Carmen Alto, un balcón natural sobre el Valle de Chilina. Aquí se contempla la milenaria andenería prehispánica que aún permanece en uso, junto con cultivos y el fluir del río Chili. Este paisaje vivo, donde el hombre y la naturaleza han convivido en armonía durante siglos, transmite la esencia agrícola y ancestral de la región. 

Plaza de Armas y Catedral de Arequipa

Regresaremos al corazón de la ciudad para recorrer su Plaza de Armas, reconocida por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Visitaremos la Catedral de Arequipa, majestuosa edificación de estilo gótico y renacentista, levantada íntegramente en sillar blanco. Sus altas bóvedas, columnas y portales revelan la grandeza de la arquitectura colonial y republicana, convirtiéndola en un símbolo de la identidad local.

Alrededor de la plaza descubriremos los portales coloniales, espacios que evocan la vida social y comercial de antaño, aún vigentes en la dinámica urbana actual.

Iglesia de la Compañía de Jesús

Continuamos hacia uno de los monumentos más significativos del barroco mestizo en el Perú: la Iglesia de la Compañía de Jesús, construida a fines del siglo XVI.
Aquí exploraremos sus claustros de piedra, sus altares de madera finamente tallados y recubiertos en pan de oro, y los murales policromados que destacan por su riqueza iconográfica, integrando la flora y fauna tropical al simbolismo religioso.

Casona Tristán del Pozo

Visitaremos la Casona Tristán del Pozo, considerada la mejor expresión de la ornamentación arequipeña en la arquitectura civil colonial. Su imponente portada tallada en sillar es reconocida como una de las más bellas del barroco mestizo en Latinoamérica.
En su interior, los ambientes narran siglos de historia y buen gusto, reflejo del esplendor de las familias notables de la época.

Monasterio de Santa Catalina

El recorrido culmina en el fascinante Monasterio de Santa Catalina de Siena, fundado en 1579. Este conjunto arquitectónico, conocido como “una ciudad dentro de la ciudad”, abarca más de 20,000 m² con plazas, claustros, jardines y hasta 22 dependencias.
Sus muros en tonos azules, rojos y blancos, junto con sus celas y pasajes, ofrecen un viaje en el tiempo hacia la vida monástica colonial. Es, sin duda, el monumento religioso más destacado de Arequipa y uno de los más admirados de América Latina.